De transparencias en Vivre sa vie (vivir su vida) Jean-Luc Godard 1962

Vivre sa vie

Lo primero sería ir a lo elemental, a la apariencia. Nana es bella. Su mirada fija a la cámara que más de una vez nos atrapa e interroga nos reclama la visión y ella a su vez, sabe que es objeto de contemplación, para los espectadores, los voyeristas que seguimos su vida y decantación hasta la muerte. Pero sigamos, que tras su peinado y caminar, se esconden con los cigarrillos en un segundo plano otros elementos formales, elementos de luz y sombra, de “diseño (simetría, reiteración, inversión, doblaje, etc)[1] que acompañan el contenido trágico-poético de una vida que nos es mostrada, no explicada ni analizada, solo retratada. Y es que en esa existencia plagada de responsabilidades y vicisitudes Nana es inocente, ingenua, sin juicios, no es amenazante y allí a su vez hay belleza, en lo que se ofrece simple, sin artificios.

Todo arte es de prueba. La obra de Godard presenta los hechos, ensaya en las formas que retratan sus ideas y contenido expresivo. Mueve la cámara bruscamente, hace planos parejos y mecánicos, juega con las palabras, el sonido y los textos, ingresa y sale de la narración, experimenta, cuenta historias en cuadros, segmentos, da la espalda a la cámara, la mira, usa otras maneras. Sontag también prueba, escribe un libro contra la interpretación pero a su vez interpreta y recurre a explicar qué hace, qué piensa de su mundo circundante, no da reglas, hace ensayos. Para mostrar “cómo es lo que es, incluso qué es lo que es, y no en mostrar qué significa[2] es necesario probar y errar como lo dice en el filme el filósofo Brice Parain, equivocarse como Nana, para ver más, oír más, sentir más hasta alcanzar una erótica del arte, una sensibilidad especial que aúne placer y razón en la comprensión. “Comprender es interpretar. E interpretar es volver a exponer el fenómeno con la intención de encontrar su equivalente[3]

Tanto en el film como en los textos, la interpretación demuestra la capacidad de metaforizar las situaciones de la vida de Nana para relacionarlas con las de la existencia de cualquier sujeto que se encuentre en situación de sí. Nana se muestra, se describe y disecciona sobre lo que es esencial y lo que es superfluo para una vida, se presenta como responsable de lo que ha hecho, y ésta no es una de las múltiples demostraciones de la interpretación que han sido expuestas por Sontag. No es la maleabilidad de la obra de arte por su intervención, o de la interpretación que la convierte en un artículo reduciéndola a un producto de la industria, se trata de demostrar su compromiso con la libertad, con ser quien y lo que uno es[4] y para lograr esto, Godard crea un nuevo lenguaje cinematográfico de écfrasis para vincular leguajes y expresar seriamente ideas, intentando que tengan flexibilidad y complejidad.

nana

¿Y en dónde está la lucidez, la transparencia de Vivre sa vie? Se podría decir con Barthes, que en la cámara, en el ojo que registra y en la mirada que interpreta. La lucidez está en la transparencia, en la luminosidad del objeto en sí, de las cosas tal como son[5]. La lucidez no está en la percepción de una gran cantidad de contenido del drama humano o social que es la prostitución, sino en ver en detalle, en mostrar el objeto, las circunstancias en que Nana es una persona y se convierte al final en un objeto más del mundo, tirada a la vera del camino como el carro o la pistola con que la matan. Y todo conducido por la triada imagen-sonido-texto que confluyen en situaciones y actos puntuales; necesita un dinero, nadie se lo presta, se vende, muere. El film como representación, contiene en sí múltiples representaciones, la película de Juana, la lectura de Poe, el baile en el billar, las voces en off, resaltan los momentos hiper e inter-textuales del film, momentos por donde se escapa el brillo de la lucidez

Luis Felipe Vélez

Bogotá, Mayo 2013


[1] Sontag Susan, Vivre sa vie de Godard p 256

[2] Sontag, contra la interpretación, p 27

[3] P, 18

[4] P, 264

[5] P, 26

2 comentarios

  1. mucha reflexión, cuestionamiento permanente, es lo que se ve en los dos cortos, una sensación de querer saber porqué mezclada con el encanto de la inocencia que quiere entenderlo todo y no se detiene en preguntar una y otra vez.
    excelente articulo, no resistí y tuve que dejar de lado todo para disfrutar los dos cortos (apagar tv y ponerme audífonos).

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